viernes, 15 de mayo de 2009

San Isidro de 1947

La casualidad llevó en 1946 a un empresario de origen belga llamado Livinio Stuyck a la gerencia de la plaza de toros de Las Ventas de Madrid. Su conocimiento del mundo del toro era bastante escaso pero sobresaliente era su experiencia en el campo de las finanzas. Fue contratado con la misión de intentar subsanar la maltrecha economía de la plaza y en tan sólo en escasas temporadas, con la concesión el primer año de un millón y medio de pesetas por parte del Banco Mercantil Industrial, don Livinio comenzó a reflotar económicamente la Monumental y lo que aún es más importante a crear una gran feria de toros que desde el primer año comenzó a arrojar notable beneficios. Su buena gestión el primero año le animó a ir un poco más allá y en 1947, tomando como referencia los ciclos taurinos que ya tenían lugar en cosos como el de Valencia, Bilbao, Pamplona o Sevilla, se embarcó en la idea de crear u o en Madrid, sin perder en ningún momento su condición de plaza de temporada.

Apenas ningún profesional del mundo del toro creyó y apostó en un primer momento por la idea de don Livinio. Tan sólo José Flores, Camará apoya la iniciativa. Cuatro corridas de toros y una novillada picada compusieron la primera Feria de San Isidro que tuvo lugar en 1947. Un ciclo que fue algo desastroso en lo artístico pero sin embargo resultó todo un éxito en lo económico. Con la ausencia de Manuel Rodríguez, Manolete por falta de acuerdo, el torero base de la feria fue Pepe Luis Vázquez. Rafael Ortega, Gallito fue el primer espada en lidiar un toro en la feria, con la desgracia de que el torero andaluz no tuvo su tarde y el astado con el hierro de Rogelio Miguel del Corral regresó vivo a los corrales después de sonar los tres avisos. El triunfador de ese día fue Pepín Martín Vázquez que dio una vuelta al ruedo, mientras que Antonio Bienvenida fue herido de gravedad por el sexto de la tarde. Ninguna oreja se concedió en aquel primer San Isidro, pero la afluencia de aficionados fue muy notable y eso acalló muchas voces que habían tachado a don Livinio de ´loco´. Un ´loco´ muy cuerdo que organizó cinco festejos en el primero San Isidro y lo dejó programándose 16 corridas de toros en 1969.

La primera oreja concedida en una Feria de San Isidro la obtuvo en 1948 Manuel Álvarez, El Andaluz. Un ciclo éste que sí alcanzó brillantez artística con la salida en hombros de la Monumental madrileña de Antonio Bienvenida, Parrita, Paco Muñoz, Rovira, Luis Miguel Dominguín y su hermano Pepe, aunque éste lo hizo sin cortar orejas pero después de una soberbia actuación en banderillas. Un hecho insólito impensable en la actualidad.

En la feria de 1949 destacaron especialmente Manolo González que actuó dos tardes, siendo herido en una de ellas después de una gran faena, y Luis Miguel Dominguín -a la izquierda- que hizo el paseíllo en tres ocasiones. Tres soberbias actuaciones alzaron aún más la categoría de Luis Miguel que el mismo quiso remarcar con un gesto provocativo que ha pasado a la historia del toreo. Su auto-proclamación como ´número 1´ al alzar el dedo índice de la mano derecha después de rematar una serie muletazos. La genial idea de don Livinio Stuyck de crear la Feria de San Isidro ya estaba en marcha y comenzaba a consolidarse. En estos primero años resultó todo un éxito en lo económico y había comenzado a dar sus frutos en lo artístico. Años después se ha convertido en la feria taurina más rentable, extensa, intensa e importante del mundo.

Fuente:mundotoro.com

Prefiero dejaros la parte histórica y romántica de esta Feria, porque la realidad de hoy en día ya la conocemos todos.

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